jueves, 26 de abril de 2012

Una semblanza de andrea camilleri

 

 

Nuestro colaborador José Mas nos manda este artículo en torno al escritor Andrea camilleri y su obra. dice lo siguiente:

 

Nació en Sicilia, en 1925. Es profesor de arte dramático, guionista y director teatral. Se inicia ya tarde en la novela, pero su éxito es fulminante. Así como Simenon tuvo el acierto de crear al inspector Maigret y Conan Doyle a su Sherlock Holmes, Camilleri supo dar vida en una serie de novelas al comisario Montalbano, llamado así en homenaje al escritor español Manuel Vázquez Montalbán.

Además del Perro de terracota, Camilleri es autor de La forma del agua, El olor de la noche y El beso de la sirena.

El comisario Montalbano es un ser perspicaz que descubre las tramas criminales más enrevesadas a base de leves indicios; actúa como un equilibrista que hace sus ejercicios más arriesgados en el aire y sin red que ampare su caída. Es muy curioso y original que una vez descubre quién es el criminal y cuál es la red de intereses que lo ha movido a cometer el crimen, se empeñe, no en hacer brillar la verdad, sino en destruir o en ignorar las pruebas. Tal sucede en La forma del agua: Montalbano averigua la vida corrompida de un político y de su amigo el abogado Rizo. Pero a medida que va sabiendo más cosas, se da cuenta también de que si él intenta poner al desnudo la verdad van a caer al mismo tiempo personas inocentes que no tienen una buena coartada.

La extraña conclusión de la investigación policíaca es que la verdad no tiene forma,

como el agua que toma su forma del recipiente que la contiene.

Los objetos tienen papel relevante en la marcha de los acontecimientos; un collar de diamantes en forma de corazón y una llamada telefónica ponen en funcionamiento  la trama novelesca; unos vestidos y un bolso de mujer, pruebas falsas contra Ingrid, ponen término a la investigación.          

En El olor de la noche Montalbano investiga la desaparición misteriosa de un financiero que ha hecho rápida fortuna aprovechándose de la ignorancia y la mala fe de modestos inversores. ¡Como hoy en día, por desgracia! Lo nuevo es que él huele el crimen a través de un olor peculiar: un olor a fruta podrida; y al descubrir el cadáver y los móviles del asesinato, el olor de la noche se transforma en olor a hierba tierna, a verbena y a albahaca. Al final de su investigación, Montalbano tiene la certeza de estar viviendo unos hechos ya vividos; mejor dicho: ya leídos. Porque  se sabe, de repente, personaje de un relato del novelista norteamericano William Faulkner; el titulado Una rosa para Emilia.

Andrea Camilleri sitúa la acción de sus  novelas en Vigáta, ciudad imaginaria de Sicilia, donde dominan la corrupción y las luchas intestinas propias de la mafia.

En la obra de Camilleri podemos encontrar de todo: desde el humor más desenfadado al más corrosivo, desde el amor al erotismo. A unos lectores les gustará más que a otros la obra de Camilleri, lo que es seguro es que nadie puede aburrirse  leyendo cualquiera de sus novelas.   

 

 

                                                José Mas.

 

sábado, 21 de abril de 2012

extracto de la tertulia sobre La fortuna de Matilda turpin

La lectura de La fortuna de Matilda Turpin, de Álvaro Pombo, ha
despertado un interés extraordinario en los miembros del taller, dándose el
caso de que varios de ellos han leído el libro dos veces en un mes, incluso
tomando notas, y hablan de él como de un verdadero descubrimiento literario.

Las intervenciones se van sucediendo casi precipitadamente, entrecruzándose
los comentarios y queriendo expresar su opinión en el momento exacto del
debate que les parece más adecuado para introducir su aportación personal.
Manuel encuentra semejanzas en la narración de Álvaro Pombo con la forma de
escribir de José Luis Sampedro. El personaje de Matilda influye en el
funcionamiento del clan familiar y su muerte descompone la armonía de todos.
El final le parece mal resuelto y cree que debería explicar de forma más
clara el desenlace del matrimonio de los trabajadores de la casa. Los
nombres atribuidos a los distintos lugares desorientan un poco hasta que el
lector descubre que son ficticios y que corresponden a localizaciones que se
evita aludir por sus nombres reales. Josefina y dos o tres más comentan su
impresión inicial sobre la relación entre Matilda y Emilia, llegando a
sospechar que guardaba cierta ambiguuedad que se esclarece al adentrarse en
la lectura de la obra. Dolores considera que Pombo plantea el tema
de la liberación sexual y sobre todo el de la mujer, que en este caso se
realiza con la aceptación de su marido y el apoyo de una compañera de
trabajo a quien contrata como empleada de hogar condicionada por la amistad
íntima que existe entre las dos. A medida que van sucediéndose las
intervenciones de unos y otros, los siguientes procuran no repetirse y
aportar algo diferente de lo dicho por los demás. Celestina cree que
Antonio y Emilia pierden su sensación de seguridad en la casa al sufrir la
ausencia de Matilda, y sienten los celos de descubrirse prescindibles hasta
caer ella en una depresión sin retorno y él en la determinación de renunciar
a su posición y sus derechos adquiridos como empleados domésticos.
Maite destaca la capacidad de la representación visual del autor que hace
que el lector se sienta trasladado a los lugares descritos. Fernando es la
representación del complejo de Electra y reivindica a Juan Campos el derecho
al amor de padre que le faltó en la infancia. Juan es egoísta, pero está
llamado a ser el único personaje que no ador a Matilda, que consigue
frustrar el cadáver que sigue en la casa después de su muerte.

miércoles, 18 de abril de 2012

Lo que dice Maite sobre la fortuna de Matilda Turpin.

Este comentario de opinión es objetivo y personal respetando siempre los
comentarios de los distintos componentes de la adtividad del taller del
libro.
El merecido premio Planeta a la novela de don Álvaro Pombo en ésta
concretamente, guarda parecido a un clásico de la tragedia griega,
pudiéndose dividir en tres partes, argumento, trama y desenlace.
A mi entender la novela sería una firme candidata a la censura de tiempos
ha. Así mismo, digna de una interpretación escénica del arte dramático y del
séptimo arte.
El escritor refleja en sus personajes los instintos básicos de dudosa
moral y drama familiar. Narra constantemente el lugar y el anviente
tétrico a la trama que sucede dentro de la casa.
En el desenlace se despiertan complejos froydianos dando lugar al vicio,
rencor, egoísmos desatados y fracasos que destruyen la dignidad personal
arrastrándolos a un camino de vida sin retorno.

Maite Prego Dorca

lunes, 9 de abril de 2012

Comentario de brígida sobre La fortuna de matilda turpin

Copiamos la aportación de nuestra antigua compañera, lleva ya participando
con nosotros más de cuatro años, en relación con la lectura del libro que
seleccionamos en marzo. Dice así:


Álvaro Pombo nos cuenta una historia de la vida cotidiana, nada sorprendente
en el ambiente de los años en que la sitúa.
Al parecer, aquí no pasa nada, Un eminente profesor de filosofía , una mujer
de negocios, inteligente y calculadora, que ha sabido rodearse de
colaboradores, a los que remunera bien en lo económico y asegura su
fidelidad concediéndoles un lugar en el círculo más íntimo de sus
amistades.
Personaje a personaje, todos son gente corriente, como todos somos; es el
autor, el que se mete en el INTERIOR de cada uno y nos Pone de relieve con
el detallado monólogo que se desarrolla en el corazón humano, el que hace
que cada sujeto sea especial, como especiales somos todos, si analizaran
nueStras conductas y sus porqués.
Matilda, que da nombre a la novela, descrita por el autor con tan excelsas
virtudes, que llegan a ser cargantes. (en mi respetuosa OPINIÓN)
Juan, el protagonista, un intelectual que vive al margen de su entorno
familiar, y con una actitud muy de la clase alta, se hace el ciego ante la
homosexualidad del hijo que, hombre de este tiempo, está dispuesto a
proclamar su naturaleza sin ningún recato.
Jacobo, otro ejemplo de la sociedad actual, sin lazos afectivos, inmerso en
la vida de relajamiento que da el dinero, y que no está dispuesto a seguir
sendo cornudo, ahora que puede fastidiar a su mujer.
Andrea, una clásica madre de familiares la que sale mejor parada porque
apenas si se la nombra un par de veces, no obstante, en las exequias de los
amigos asalariados, tiene un rasgo de humanidad al poner sus nombres en la
lápida del cementerio, pensando en que otras personas, no ella, Irán a
ponerles flores...
Fernando, un ser marcado por su homosexualidad, que lo abandona todo por la
inclinación que siente hacia el amigo.
La vida de todos ellos está dañada a causa de la fortuna de Matilda, que les
asegura una vida sin esfuerzos ni sacrificios.
Los amigos incondicionales, Emilia y Antonio, son una especie a extinguir.
Ni pagándoles espléndidamente se cultiva hoy esa especie humana. A mi
parecer, exagerada la admiración y sumisión de esta pareja. Su suicidio, una
sorpresa, que dada la negación de si mismos, que tenían, y ante la amenaza
de la enfermedad de Emilia, no estuvo mal en la novela; pero en la realidad,
tenían muchos caminos por delante.
En cuanto a la esposa incestuosa y adúltera, ¿qué se podía esperar? una
joven mariposeando toda la vida, sin hacer nada de provecho, y respaldada
con la "fortuna de Matilda ". Si no se hubiese enredado con Juan, lo hubiese
hecho con otro.

Quedo maravillada del conocimiento del alma humana, de que hace gala el
autor, y de la paciencia de machacar, una y otra vez sobre los mismos
sentimientos, tal como en la realidad sucede, que damos una y mil vueltas a
la misma cosa durante días, semanas o meses. Esto que en la realidad es así,
en las páginas de un libro, a mí me ha resultado pesado. Pero eso
precisamente es el mérito de la novela, el entrar una y mil veces en la
mente y el corazón de los personajes, en sus distintos estados de ánimo y
mostrarnos sus diversas reacciones y los impulsos que originan sus
comportamientos

Brígida Rivas Ordóñez

alicante, 2 de abril de 2012

jueves, 5 de abril de 2012

LA FORTUNA DE MATILDA TURPIN: EL DRAMATISMO DE LA INFELICIDAD

copiamos el comentario de la novela que nos ha mandado luis clemente, a quien agradecemos su magnífica aportación a nuestro taller. dice así:

 

 

"La fortuna de Matilda Turpin", al igual que otras novelas, refleja el tema tan recurrente en la literatura como es el dramatismo de la infelicidad.  La originalidad en este caso, quizá estribe en que se articule a través de un personaje ciertamente odioso: el profesor de Filosofía.

En efecto, en sus páginas se dibuja un Juan Campos (el profesor) vacío de valores éticos y, por tanto,  letal para quien lo rodea, y que con las tretas al uso en estos menesteres y el verbo melifluo, viene a enseñarnos que la Filosofía es esa ciencia que estudia lo que todo el mundo sabe, pero con palabras que nadie las entiende.  De tal manera esto es así, que me da la impresión que esas reflexiones que pretenden ser de pensamiento elevado, están dispuestas de tal forma en la novela para que el lector las lea simplemente por el hecho de que haya que leerlas, pero sin ningún ánimo de aprehenderlas (con hache intercalada), es decir, que nos da a ver lo vacuo de las palabras de quienes intentan volvernos del revés. (No deja de ser esta impresión mía una paradoja, vamos, un sarcasmo, al no ser sólo filósofo el autor, Álvaro Pombo, sino también José Antonio Marina, persona a quien va dedicada la novela)

Es curioso ver cómo con artes sibilinas, este profesor de Filosofía consigue  atraer a sus redes a unos personajes inocentes hasta destrozarlos. El primero de ellos es su propia esposa, Matilda Turpin, una mujer de fuerte personalidad, emprendedora y sentimental, que ama a su marido  hasta que el cáncer la está royendo, instante en el que descubre que es un farsante. Luego, también arrasa con su hijo Fernando, a quien, entre dimes y diretes, parece apartarse de él cuando éste le descubre su homosexualidad. Antonio, algo más que un mayordomo al uso, más bien podría decirse que se trata del criado moldeado por el propio Antonio, es otra de las víctimas. Quizá sea éste junto a su esposa, el más damnificado por la impiedad de Juan Campos, aunque aparezca al final de la novela Angélica, la nuera con la que mantiene relaciones incestuosas, como ese personaje por el que el lector siente verdadera lástima al encarnar a la mujer que ha sucumbido ante el engaño y el egoísmo.

Pero por encima de ese plano al nivel del campo personal, existe otro más elevado que también ayuda a la consunción de los hechos: la naturaleza cántabra. Así, la lluvia pertinaz, la exuberancia selvática del jardín, los acantilados y la cueva a pie de mar, parecen guiar a todos los personajes hasta su destino.

En definitiva, una novela bien armada en cuanto a la estructura de sus personajes y significado, en donde el lector puede sacar conclusiones de pensamiento simplemente analizando los hechos que se relatan, tal cual, sin necesidad de acudir a elementos de medida más afinados, como son los filosóficos al uso que se vierten en sus páginas.

Para el final, quiero recabar que tanto el carácter del profesor de Filosofía como su forma de vestir, de actuar y de emplear un lenguaje falso y remilgado, recuerdan mis tiempos de bachiller donde todos los alumnos sufríamos una asignatura que sólo servía para cumplimentar simplemente una nota.

             Luis Clemente.

 

 

martes, 3 de abril de 2012

en abril podemos leer: el perro de terracota, de Andrea Camilleri

cada vez estamos recibiendo más visitas de personas aficionadas a la lectura de todo el mundo, y también mensajes personales con aportaciones y sugerencias siempre bien venidas, y hasta los primeros comentarios bien estructurados hechos sobre los libros que vamos leyendo. Iremos incorporándolos al blog en los próximos días para enriquecimiento de todos.
 
En este mes de abril hemos seleccionado una novela del escritor italiano Andrea Camilleri de su serie protagonizado por el inspector Salvo Montalbano, que cada vez va siendo más conocido en nuestro país por lo ameno de su lectura y el ingenio que derrochan sus páginas.
    Ponemos aquí, a modo de acercamiento un extracto de lo que leemos en la wikipedia sobre este prolífico autor, que tan buen sabor de boca dejará a cuantos se animen y nos animemos a asistir en compañía de Montalbano a cualquiera de sus fantásticas aventuras:
 
Andrea Camilleri nació en Porto Empedocle, Sicilia, el 6 de septiembre de 1925). Entre 1939 y 1943 estudia en el bachiller clásico Empedocle di Agrigento donde obtiene, en la segunda mitad de 1943, el diploma. En 1944 se inscribe en la facultad de Letras, no continúa los estudios, sino que comienza a publicar cuentos y poesías. Se inscribe también en el Partido Comunista Italiano.
 
Entre 1948 y 1950 estudia Dirección en la Academia de Arte Dramático Silvio d'Amico y comienza a trabajar como director y libretista. En estos años, y hasta 1945, publica cuentos y poesías, ganando el "Premio St. Vincent".
 
En 1954 participa con éxito a un concurso para ser funcionario en la RAI, pero no fue empleado por su condición de comunista. Sin embargo, entrará a la RAI algunos años más tarde.
 
En 1957 se casa con Rosetta Dello Siesto, con quien tendrá 3 hijas. En 1958 empieza a enseñar en el Centro Experimental de Cinematografía de Roma. Durante cuarenta años fue guionista y director de teatro y televisión. Camilleri se inició con una serie de montajes de obras de Luigi Pirandello, Eugène Ionesco, T. S. Eliot y Samuel Beckett para el teatro y como productor y coguionista de la serie del inspector Maigret de Simenon para la televisión italiana o las aventuras del teniente Sheridan, que se hicieron muy populares en Italia.
 
En 1978, debuta en la narrativa con El curso de las cosas ("Il corso delle cose"), escrito 10 años antes y publicado por un editor pagado: el libro fue un fracaso.
 
En 1980 publica en Garzanti Un hilo de humo ("Un filo di fumo"), primer libro de una serie de novelas ambientadas en la ciudad imaginaria siciliana de Vigàta, entre fines del siglo XIX e inicios del siglo XX.
 
En 1992 retoma la escritura luego de 12 años de pausa y publica La temporada de caza ("La stagione della caccia") en Sellerio Editore: Camilleri se transforma en un autor de gran éxito y sus libros, con sucesivas reediciones, venden un promedio de 60.000 mil copias cada uno.
 
En 1994 se publica La forma del agua ("La forma dell'acqua"), primera novela de la serie protagonizada por el Comisario Montalbano (nombre elegido como homenaje al escritor español Manuel Vázquez Montalbán). Gracias a esta serie de novelas policiacas, el autor se convierte en uno de los escritores de más éxito de su país. El personaje pasa a ser un héroe nacional en Italia y ha protagonizado una serie de televisión supervisada por su creador.