domingo, 26 de enero de 2020

Némesis, de Philip Roth

Némesis, de Philip Roth. Una novela en clave de moraleja

 

 

     El norteamericano Philip Roth, 1933-2018, ha pasado a la historia de la literatura universal como uno de esos escritores de altura que murieron sin el reconocimiento del Premio Nobel a pesar de haber alcanzado sobrados méritos para conseguirlo. Un caso parecido al del escritor español     Pérez Galdós, contra quien hizo labor de zapa la Iglesia debido a su conocido anticlericalismo. Respecto a Philip Roth la posible causa de su rechazo fue su comportamiento provocador hacia las convenciones sociales y su atrevimiento para tatar en sus novelas situaciones de índole sexual ligeramente más avanzadas a lo políticamente correcto en el momento de su publicación. El otro gran tema de su producción ers el nacionalismo estadounidense como valor patriótico, pero voy a centrarme en la obra de la que quiero hablar sin alargarme en preámbulos.

     Hace unos años leí su novela Némesis, y a pesar del paso del tiempo todavía hoy me sorprendo de vez en cuando dándole vueltas, dilucidando, sobre el dilema existencial que se desarrolla a lo largo de la trama. El trasfondo del argumento es el sentimiento de culpa que tocos hemos experimentado alguna vez sin que nos sintamos directamente responsable de los hechos que nos apesadumbran, pero con un enfoque que me sorprendió y no me dejó indiferente. En Newark una terrible epidemia está causando estragos, amenazando a los hijos de la ciudad de Nueva Jersey con parálisis, invalidez crónica y la muerte. Una epidemia de polio durante el verano de 1944. Roth retrata a sus personajes librando su propia batalla personal contra la epidemia, temiendo la aparición de sus síntomas y desconociendo el modo de prestar voluntariado social y, al tiempo, ponerse a salvo de su peligrosidad.

     El protagonista et un joven que le han rechazado como soldado para participar en la Segunda Guerra Mundial debido a su debilidad visual, y decide prestar servicio social en los campamentos de verano que han organizado para los escolares en zonas alejadas de la ciudad para librarlos del contagio de la epidemia. Esta experiencia, en contacto con los hijos de las familias más pudientes, que son las que pueden permitirse protefer a sus hijos pagándoles la estancia, deja al descubierto conflictos morales que no sabe resolver en su fuero interno. ¿Está ayudando lo suficiente? ¿Pocría hacer más de lo que está haciendo? ¿Es justo la distribución desigual de la solidaridad en funciones de los bienes materiales de los ciudadanos? ¿qué decisiones determinan fatalmente la vida? ¿Hasta qué punto somos impotentes ante las circunstancias? Su sentimiento de culpa es mucho más sutil y llega mucho más lejos. La obra de Philip Roth, en la doble retrospectiva en que se nos presenta, nos obliga a interiorizar también a nosotros en el problema y nos hace pensar si cada uno, en la medida de nuestras propias circunstancias personales, adoptamos en cada situación la decisión más acorde con nuestros principios, y, fundamentalmente, si habríamos podido tomar otras decisiones.

     Una obra de fácil lectura, escrita en tercera persona para lograr cierta objetividad sobre la situación expuesta, actúa en el lector como una llave de la conciencia. Posiblemente las contingencias humanas sucedan sin causa que las hagan inteligibles racionalmente, y nosotros seamos sólo sujesos pasivos de sus consecuencias.

Algunas de sus obras son: Pastoral americana (1997), Me casé con un comunista (1998), La mancha humana (2000), El animal moribundo (2001), La humillación (2009).

     Entre los muchos reconocimientos que ha recibido por su obras se encuentra el Premio Pulitzer por Pastoral americana, en 1998, y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, en el año 2012. Después de una trayectoria tan dilatada y haber obtenido el reconocimiento más unánime de sus lectores como lo demuestra tanto su popularidad en Estados Unidos como el resultado de la venta de sus libros, el hecho de que se le haya negado durante décadas la consagración del Premio Nobel puede representar algo secundario. Se cuenta que uno de los miembros del jurado encargado de su concesión le tenía vetado por su patriotismo americano y por el tratamiento explícito sin prejuicios de la sexualidad en sus obras.

 

     Nosotros, si queremos indagar en los temas sociales de su producción y en los principios morales que impregnan su obra, Némesis, publicada en el año 2011, puede ser una buena propuesta.

 

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NéMESIS

ROTH, PHILIP

 

?Editorial MONDADORI

?Año de edición 2011

?ISBN: 978-84-3972-333-2.

 

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