viernes, 21 de abril de 2017

El último tejero de Valdecejos

 

Prueba de evaluación continua 1

  Título del ejercicio: Campo de acción cultural que despliega Evaristo, el último tejero de Valdecejos.

 

 

 

1.1. Forma de vida.

(Enfoque Emic).  

 

 

Mis padres fueron la quinta generación de tejeros de Valdecejos, un pueblo de poco más de cincuenta habitantes en la cabecera del río que le da nombre, y yo hubiese querido continuar con el oficio pero  las fábricas hundieron el mercado con sus precios y no me quedó más remedio que salir a ganarme la vida fuera.

                Me casé muy joven con la hija mayor del sacristán del pueblo, que se quedó preñada antes de que nos echasen las amonestaciones y hubo muchas habladurías entre los vecinos. Mi  suegro nos dio dinero para alquilar una alfarería en la capital de la comarca y que pudiéramos dedicarnos a la venta ambulante de artículos domésticos de barro, pero casi todos los pueblos empezaban a tener agua corriente en sus casas y nadie compraba botijos y cántaros para acarrearla desde las fuentes públicas.

                  Un día oí hablar de un grupo de artesanos que habían formado una Asociación para optimizar la rentabilidad de sus productos, y desde entonces participamos en los mercadillos temáticos que se organizan en muchos pueblos y muchas ciudades con ocasión de sus fiestas patronales.

                  Todos los stands se ajustan a las mismas reglas: medidas aproximadas, imagen corporativa de la Asociación, horarios y vestuario uniforme según convenga en cada fiesta. Mi hija atiende al público, mi mujer ordena las piezas en los expositores, y yo enseño a todos los interesados la técnica ancestral de convertir una pella de barro en un objeto de uso o un artículo de adorno. A los visitantes que hacen alguna compra les regalamos jarritas semejantes a los jarros que se usaban antes para sacar vino de las bodegas, y especialmente réplicas de tejas imitando las que habían hecho durante siglos mis antepasados. Muchos, sobre todo los niños, vuelven poco más tarde con pequeños regalos hechos por ellos mismos, como un dibujo de carboncillo, una figura de origami o una pulsera de hilos de seda.

1.2. Acciones de vida de Evaristo, gestor de un stand de cerámica.

(Enfoque Etic).

 

  Evaristo es el agente de un stand de cerámica que participa como  miembro de una asociación de artesanos que ofrecen sus productos en mercadillos populares, pero le hubiera gustado seguir haciendo y vendiendo tejas como sus antepasados. Se casó con su mujer estando embarazada, y en el fondo se siente culpable de haber transgredido las pautas culturales del parentesco, y cree que el padre de ella nunca le perdonó lo que consideraba un escándalo agravado por ser el sacristán de la iglesia, y que fue la verdadera causa de que les indujese a marcharse del pueblo poco después de casarse.

  Evaristo tiene facultades para la venta, y coordina con esmero el conjunto de acciones más eficaces para obtener los mejores resultados. Su hija ejercita todas sus habilidades en relaciones sociales atendiendo a los clientes, su mujer cuida la mejor posición de cada artículo para resaltar sus virtudes, y él comparte su saber heredado con quienes quieren conocerlo.

  Alguna de las razones de su éxito son la importancia que le da a las relaciones sociales y su generosidad, obsequiando con un regalo significativo a todos los que se acercan al stand, que en ocasiones les corresponden con otro en un fenómeno de reciprocidad que reproduce el fenómeno estudiado por Marcel Mauss en su obra sobre el don.

 

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