viernes, 30 de octubre de 2015

RV:

 

Contraportada de La luz se llama Julia

 

 

Eutiquio Cabrerizo nace en Fuentearmejil (Soria) en 1953., perdiendo la vista en edad muy temprana. Ingresa, a los ocho años, en los colegios de ciegos de la ONCE, concretamente en el de Pontevedra, y en ellos cursa los Estudios Primarios y el Bachillerato, conviviendo con alumnos y maestros a los que se alude y homenajea en esta obra. Posteriormente, continúa sus estudios ya fuera de la Institución de Ciegos, y fija su residencia en Santander, trabajando en la once donde realiza entre otras tareas relacionadas con la cultura y con los libros.

En el año 1999 ganó el primer premio Tiflos para escritores con discapacidad visual con su novela La charca de los enebrales, en la que el protagonista y los principales personajes son ciegos. Su siguiente obra, Estelas de una diosa, publicada en el año 2003, se recrea en el crisol de la memoria tratando de discernir cuánto hay de objetividad y cuánto de recreación intelectual en lo que retenemos del pasado. Fue finalista en la primera convocatoria del concurso literario José Saramago de santander. Laura laureada, 2008, son las vicisitudes del protagonista al salir del internado donde ha pasado sus años escolares, sus primeras frustraciones, sus primeros desconciertos, las tribulaciones viejas que siguen condicionándole a pesar de otras experiencias y del paso del tiempo.

En el año 2008 publicó Un taller de lectura y escritura para ciegos, que resume los siete primeros años del taller de animación a la lectura que dirije en Santander desde el año 2000, fomentando el amor a los libros y la creatividad literaria.

 

 

Otros libros suyos son Cuentos de un pueblo con picota, 50 cuentos de nuestro pueblo y 101 cuentos de nuestro pueblo, estos últimos publicados con otros autores, recogiendo la tradición cultural de su lugar de nacimiento.

 

"La luz se llama Julia" obtuvo el segundo Premio de novela para escritores ciegos en la XXVII edición del concurso Premios Tiflos de Poesía, Cuento y Novela. Nos muestra el discurrir cotidiano de una persona ciega durante tres días sucesivos de su vida, describiendo impresiones sensoriales, su actividad laboral, sus relaciones sociales y su afición a la literatura, especialmente de libros de la literatura universal con personajes ciegos. Leyendo La luz se llama Julia, el lector se pone en la piel del protagonista y vive en primera persona otro modo de percibir la realidad. Distinto, pero que no por ello deja de ser enriquecedor y apasionante, más enriquecedor y apasionante si cabe.

 

( Para ponerse en contacto con el autor: eutiquio@cabrerizo.es )

 

 

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