Hoy voy a empezar a leer Los mejores tiempos, de Marta Sanz, que
ha llegado a mis manos de forma imprevista debido a que la autora participó
en un libro colectivo coordinado por Elena Medel del que hablaré más
despacio en otro momento.
Hasta ahora no había oído hablar de esta autora, pero la nota de
solapa dice que es profesora de Literatura y ese detalle aumenta mi interés
hacia su obra. Está claro que es alguien que tiene que dominar con maestría
los recursos estilísticos, muy lejos de los que escriben un libro para
satisfacer una ilusión o porque sienten la necesidad de contar algo, y lo
hacen del mejor modo que saben. Ella ha publicado antes otras dos novelas:
El frío y Lenguas muertas. Me lo anoto por si quiero leerlas después de
ésta.
Es joven, nació en Madrid en 1967, o sea que pertenece al grupo de
nuevos valores culturales que empezaron a sobresalir hacia la última década
del siglo pasado y es en los inicios del siglo XXI cuando nos han empezado a
hacer entrega de su trabajo más depurado y con mayor sazón.
Los mejores tiempos, según la contracubierta, habla de un tema que
me llama la atención, el fenómeno de que los hijos de padres progresistas
suelen ser conservadores. No es original porque todos lo hemos comentado
alguna vez, y hasta me parece recordar que Víctor Jara lo dice en alguna de
sus canciones más conocidas, pero creo que me va a gustar ver el modo de
Marta Sanz de desarrollarlo en la novela. Todos hemos sufrido en propias
carnes algo parecido, la diferencia de ideas entre nuestros padres y
nosotros y, lo que es peor, ahora estamos asistiendo a la repetición del
mismo problema con nuestros hijos, que no siempre coinciden con nosotros en
el análisis de los mismos hechos.
Creo que la novela va a gustarme. Ahora mismo empiezo a leerla.
"Nunca pensé que con treinta y cinco años tuviese que empezar a
preocuparme por si mi padre se ha cambiado de traje a lo largo de la última
semana. O por si mi madre...
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