Desde que leí tu primera novela supe que seguiría leyendo todo lo
que escribieras.
en mi imaginación tu figura es la de una joven que apenas ha dejado atrás la
adolescencia, alta sin ser demasiado alta y delgada sin llegar a estar en
los huesos. tus ojos son los ojos verdes más intensos y tu pelo la melena
pelirroja de las mujeres que te sirven de modelo.
Primero es el trasunto de una ausencia, el relato de una búsqueda,
un descenso a los infiernos para rescatar al ser amado. Es una historia de
amor, aunque sea la historia de un amor diferente.
Unas veces te sueño bañándote en un río de aguas transparentes en
una mañana clara; otras veces es en el mar, dejándote envolver por las olas
mansas o encrespadas.
Nos propones un grito de esperanza por la paz en un país que se
enfrenta a una guerra que lo desgarra, un viaje iniciático para descubrir un
mundo vetado a los ojos de los occidentales.
Las luces y las sombras se ablandan en tus manos, y no sabemos si
vivimos o soñamos, si el tiempo es un fenómeno diario o un espejismo humano.
Un grupo de jóvenes vivieron el sueño idílico de un mundo que ha
abolido las fronteras y la lucha de clases, pero alguien muere y los demás
no podemos vivir sin explicarnos el misterio.
Tu cara es la cara serena de quien tiene veinte años y guarda
sabidurías milenarias.
Intenta cambiar su destino buscando refugio físico en un pueblo
junto al mar, y se siente envuelta en una leyenda ancestral que puede hablar
de su propia vida repetida a lo largo de la historia.
La noche blanca, En el país de las vacas sin ojos, El otoño alemán,
Aunque seamos malditas,... ¿Quién puede conocer los mundos mágicos que creas
en tus libros y no sumergirse en ellos?
Todavía estoy deslumbrado por la vida de Ainur y Selene, que acabas
de revivirme en mi lectura más reciente. será por eso por lo que te imagino
joven y sabia, ojos verdes y melena pelirroja, resolutiva y desprejuiciada.
No importa si es sólo la imagen que me llega desprendida de tu obra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario