domingo, 30 de septiembre de 2012

Por qué escribir una novela

Lo más importante para empezar la tarea de escribir una novela, es tener una razón para escribirla, una idea global que queramos reflejar en ella. A partir de esta idea principal iremos creando las ideas secundarias, la trama, el desarrollo acompasado de los hechos que, finalmente, desembocarán en el desenlace necesario para exponer o probar el planteamiento previsto en un principio. Si no tenemos un motivo que nos parezca importante a nosotros, es mejor no ponerse a hacerlo porque existen muchas posibilidades de que el trabajo resultante no nos guste.

Puede ser una idea trascendental, como intentar demostrar que todos los hombres somos iguales o que la evolución de la especie va perfeccionando el comportamiento moral de las personas, pero también puede ser algo más cotidiano y de andar por casa, como la satisfacción de una partida de dominó con los amigos un domingo por la tarde o la alegría de encontrarse con una persona muy querida después de muchos años sin saber nada el uno del otro.

Lógicamente, además de esta idea central, deberán haber otras dos o tres ideas secundarias que vayan interrelacionándose entre sí y a la vez con la principal, todo lo cual irá constituyendo la urdimbre o trama de la novela formando el argumento.

Al mismo tiempo, como veremos en las explicaciones que daremos cuando hayamos avanzado un poco más en nuestros comentarios sobre el proceso de crear una novela, deberemos introducir tres o cuatro episodios menores en cada uno de los capítulos, que pueden finalizar de inmediato o en los capítulos siguientes.

No importa que los episodios que escribamos los extraigamos de nuestra propia experiencia o de vivencias que le haya ocurrido a alguna persona conocida. Basta con disfrazar parcialmente los hechos y darles un carácter literario incorporándoles al conjunto homogéneo que conforma nuestra obra. Conviene, como ya decimos, no reproducir fielmente historias reales, mucho más difíciles de transformar en literatura, sino más bien simplificándolas o modificándolas para amoldarlas a nuestro argumento concreto. Si cambiamos de sexo y edad al protagonista real, aumentamos o disminuimos adecuadamente el hecho al que nos sirve de referencia y variamos algo su final, nos sorprenderemos nosotros mismos comprobando que hemos creado una historia nueva que sólo nosotros relacionaríamos con la original.

Por último, podemos tomar como modelo de trabajo una obra ya publicada o incluso un cuento clásico, que trasformaremos hábilmente para darle una apariencia nueva y variar el enfoque de su planteamiento de partida o sus conclusiones finales. Siguiendo este método de trabajo se han escrito infinidad de obras literarias de primera magnitud sin que ello signifique ningún descalificativo hacia ellas en absoluto, y éste será en nuestro caso el hilo conductor que nos permitirá orientarnos y construir una novela desde el principio hasta el final también a nosotros.

Lo veremos en las próximas explicaciones que demos.

 
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martes, 25 de septiembre de 2012

Nuevo libro para leer

Hoy voy a empezar a leer Los mejores tiempos, de Marta Sanz, que
ha llegado a mis manos de forma imprevista debido a que la autora participó
en un libro colectivo coordinado por Elena Medel del que hablaré más
despacio en otro momento.
Hasta ahora no había oído hablar de esta autora, pero la nota de
solapa dice que es profesora de Literatura y ese detalle aumenta mi interés
hacia su obra. Está claro que es alguien que tiene que dominar con maestría
los recursos estilísticos, muy lejos de los que escriben un libro para
satisfacer una ilusión o porque sienten la necesidad de contar algo, y lo
hacen del mejor modo que saben. Ella ha publicado antes otras dos novelas:
El frío y Lenguas muertas. Me lo anoto por si quiero leerlas después de
ésta.
Es joven, nació en Madrid en 1967, o sea que pertenece al grupo de
nuevos valores culturales que empezaron a sobresalir hacia la última década
del siglo pasado y es en los inicios del siglo XXI cuando nos han empezado a
hacer entrega de su trabajo más depurado y con mayor sazón.
Los mejores tiempos, según la contracubierta, habla de un tema que
me llama la atención, el fenómeno de que los hijos de padres progresistas
suelen ser conservadores. No es original porque todos lo hemos comentado
alguna vez, y hasta me parece recordar que Víctor Jara lo dice en alguna de
sus canciones más conocidas, pero creo que me va a gustar ver el modo de
Marta Sanz de desarrollarlo en la novela. Todos hemos sufrido en propias
carnes algo parecido, la diferencia de ideas entre nuestros padres y
nosotros y, lo que es peor, ahora estamos asistiendo a la repetición del
mismo problema con nuestros hijos, que no siempre coinciden con nosotros en
el análisis de los mismos hechos.
Creo que la novela va a gustarme. Ahora mismo empiezo a leerla.

"Nunca pensé que con treinta y cinco años tuviese que empezar a
preocuparme por si mi padre se ha cambiado de traje a lo largo de la última
semana. O por si mi madre...

domingo, 23 de septiembre de 2012

Cómo escribir una novela

         No estamos ante un reto infranqueable ni mucho menos.    Yo tengo un amigo que asegura que hoy en día cualquiera que se lo proponga puede escribir un libro    y no creo que tenga razón en absoluto, pero tampoco pienso que sea un acto religioso sólo reservado a los dioses.        	Lo principal es saber escribir aceptablemente. Lo demás es cosa de trabajo   y de aprender algunas técnicas sencillas que podemos ir comentando poco a poco.     No es mucho lo que yo sé sobre escribir novelas, y quiero decirlo antes de nada para evitar que esperes demasiado de estas orientaciones y puedas sentirte engañado en algún momento de flaqueza.     	Hasta ahora he publicado un par de novelas y estoy escribiendo otras, pero creo que con cada página escrita, con cada nuevo capítulo, voy aprendiendo algo que antes de escribirlo no sabía, y pienso que apenas si acabo de empezar un camino que no se termina de andar nunca.       	Pero, no obstante, si te animas a seguir las orientaciones que aquí vaya poniendo progresivamente,     calculo que en un tiempo no excesivamente grande podemos tener una novela terminada, lista para publicarla o pasearla por los mil concursos literarios que se convocan a lo largo del año.       	Mi afición a la escritura me viene desde la infancia y corre paralelamente a mi insaciable necesidad de leer libros.   Pienso, incluso, que las dos aficiones discurren paralelas y son complementarias la una de la otra.     Algo así como aquello con resonancias bíblicas de que de la abundancia de las páginas leídas surge la germinalidad de las páginas escritas.       Algunos visitantes de la página me han preguntado si se trata de hacer una novela colectiva, pero no es ésa mi intención. Más bien, al contrario, se trata de dar explicaciones sencillas que puedan servir para que cada uno escriba la suya propia. Seguro que lo logramos.   

jueves, 20 de septiembre de 2012

] Obituario de José Mas en el País

José Mas, el apasionado profesor ciego de literatura
Docente y poeta, luchó por una cátedra en un tiempo en que ser invidente lo
impedía y logró enseñar y cultivar su amor por las letras
Ferran Bono 19 SEP 2012

Estaba especialmente satisfecho de su Península de olvido. "Ya no debe
etiquetárseme de ciego cuando se me reconozca poeta", decía en su esbozo de
autobiografía sobre este poemario publicado por Visor, con el que ganó el
Premio Internacional Tiflos de 2002, "abierto a todo tipo de poetas". La
literatura iluminó la vida de Pepe Mas (Valencia, 1939), que estuvo marcada
por la ceguera "para bien y para mal" hasta su fallecimiento el pasado día
12 . Dejó como autor numerosos libros de crítica y divulgación literaria,
además de poemarios y centenares de alumnos y amigos.

La gran escritora Ana María Matute fue una de sus amistades: "Estoy hecha
polvo. Éramos amiguísimos desde hace mucho tiempo. Nos presentó un amigo que
me habló de un joven con su problema al que le gustaban los libros que yo
escribía... Era un bellísima persona, que llevaba con una jovialidad y
alegría su problema... Era muy culto, leía mucho en braille; estaba muy
entregado a la literatura. He conocido a muchos de sus estudiantes que lo
adoraban. En fin, terrible, una fatalidad".

Pepe Mas luchó por vivir de su pasión por las letras y sorteó obstáculos que
en un pasado no muy lejano, a fines de la década de los sesenta, parecían
insalvables. Plantó cara al Gobierno franquista para obtener la dispensa de
su ceguera total y poder participar en las oposiciones a catedrático. Él
mismo lo contaba así: "El tribunal decidió dejar una plaza desierta en la
votación final, para no dármela; esta solución fue el resultado desesperado
que adoptaron los miembros del tribunal, al no poder suspenderme en ninguno
de los ejercicios de la oposición".

Más tarde logró ser catedrático de Enseñanza Media y "preocupado por incitar
a la lectura a un público juvenil poco dispuesto a intentar por sí mismo la
aventura", llevó a sus clases a decenas de escritores, como Ana Maria
Matute, José Luis Sampedro, Gustavo Martín Garzo, Espido Freire, Cristina
Peri Rossi, Ana María Moix, Francisco Brines, Juan Gil-Albert, Carlos Marzal
o Vicente Gallego. Este poeta valenciano lo recuerda como "un hombre bueno,
culto, cordial".

Acompañado siempre por su mujer, profesora y coautora de algunos de sus
libros, Teresa Mateu. Pepe Mas solía sistir a las presentaciones y actos
literaturas en la ciudad de Valencia. Además de un consumado pianista, fue
autor de estudios críticos sobre la obra de Matutes, Sampedro, Vicente
Aleixandre o Vicente Blasco Ibáñez. Se jubiló como catedrático de Lengua y
Literatura Españolas en el instituto El Clot de Valencia en 2005. Deja una
larga estela de libros, alumnos y amigos.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Certamen Literario "Villa de Ágreda"

Nos ponemos en contacto con usted para informarle acerca del I Certamen Literario "Villa de Ágreda" que tiene como tema al MONCAYO y que tiene como premio la cantidad de 1.000€.

 

Adjuntamos cartel y bases del Certamen y recordamos que la fecha límite de presentación de trabajos es el día 2 de Noviembre de 2012.

 

Por favor, difundan este Certamen entre sus conocidos…

Eugenia Rico, creadora de vidas y magia

Desde que leí tu primera novela supe que seguiría leyendo todo lo
que escribieras.
en mi imaginación tu figura es la de una joven que apenas ha dejado atrás la
adolescencia, alta sin ser demasiado alta y delgada sin llegar a estar en
los huesos. tus ojos son los ojos verdes más intensos y tu pelo la melena
pelirroja de las mujeres que te sirven de modelo.
Primero es el trasunto de una ausencia, el relato de una búsqueda,
un descenso a los infiernos para rescatar al ser amado. Es una historia de
amor, aunque sea la historia de un amor diferente.
Unas veces te sueño bañándote en un río de aguas transparentes en
una mañana clara; otras veces es en el mar, dejándote envolver por las olas
mansas o encrespadas.
Nos propones un grito de esperanza por la paz en un país que se
enfrenta a una guerra que lo desgarra, un viaje iniciático para descubrir un
mundo vetado a los ojos de los occidentales.
Las luces y las sombras se ablandan en tus manos, y no sabemos si
vivimos o soñamos, si el tiempo es un fenómeno diario o un espejismo humano.
Un grupo de jóvenes vivieron el sueño idílico de un mundo que ha
abolido las fronteras y la lucha de clases, pero alguien muere y los demás
no podemos vivir sin explicarnos el misterio.
Tu cara es la cara serena de quien tiene veinte años y guarda
sabidurías milenarias.
Intenta cambiar su destino buscando refugio físico en un pueblo
junto al mar, y se siente envuelta en una leyenda ancestral que puede hablar
de su propia vida repetida a lo largo de la historia.
La noche blanca, En el país de las vacas sin ojos, El otoño alemán,
Aunque seamos malditas,... ¿Quién puede conocer los mundos mágicos que creas
en tus libros y no sumergirse en ellos?
Todavía estoy deslumbrado por la vida de Ainur y Selene, que acabas
de revivirme en mi lectura más reciente. será por eso por lo que te imagino
joven y sabia, ojos verdes y melena pelirroja, resolutiva y desprejuiciada.
No importa si es sólo la imagen que me llega desprendida de tu obra.

martes, 11 de septiembre de 2012

espectativas ante el fin de una novela

Me quedan 50 páginas para terminar La falta, de Paula izquierdo, y sigo manteniendo varias posibilidades de solución del argumento. desde el principio me planteé si el título orientaría sobre la opinión de la autora o se trataría, más bien, de un punto referencial artificioso para fijar la atención del lector en un sentido diferente que iría trasladándose a su lugar definitivo a medida que avanza la trama y la exposición de las ideas principales que motivan la escritura de una obra en forma de novela.
La elección de la palabra que constituye el título puede ser en sí misma una dualidad premeditada, y empiezo a sospechar que La Falta no alude al sentimiento de un acto incorrecto que causa la conciencia de culpabilidad sino, en otro sentido muy distinto, al hecho de la ausencia de una de las figuras literarias que forman el coprotagonismo de la obra junto con el personaje que aparece en primer plano. De este modo no se trata de que nadie se sienta culpable sino de que alguien sufre la marcha, el desprendimiento definitivo del personaje que siempre tuvo junto a él sin ser consciente de la fuerte unión que existía entre ellos, hasta el extremo de llegar a ser casi la doble identidad de un mismo ser único.
    Quedan más cosas, manejadas como símbolos: la casa de la playa es el refugio; el sur es el paraíso; el mar es la vida.
¿Y las figuras femeninas? Me quedan 50 páginas, y serán imprescindibles para interpretarlas. La casa, el paraíso y la vida deberían embocarnos hacia algún tipo de árbol cargado de manzanas, aunque puede adoptar la contorsión más inesperada. tal vez una cama.

lunes, 10 de septiembre de 2012

La casa de cossío y la novela Peñas Arriba, de Pereda

Si tienes la oportunidad de visitar la casa del escritor José María de cossío, en las estribaciones montañesas que separan las provincia de cantabria y Palencia en el norte de España, yo te recomiendo que no dejes de hacerlo porque saldrás de ella con la sensación de haber hecho un viaje en el tiempo, disfrutando del placer de sentirte descargado del estrés diario, de todas las intrigas y controversias estúpidas que nos asedian en nuestro trabajo, al salir a la calle por la mañana, al comprar comida en el supermercado y descubrir que no está al precio que la habíamos encontrado la semana pasada.
La casa de José María cossío es un caserón de hace casi trecientos años, que construyó un indiano de aquellos aldeanos que se iban a hacer las américas y volvía con la necesidad de proclamar a todos que se habían hecho millonarios.
    Los avatares de las corruptelas políticas, que ya existían en aquella época, quisieron que acudiesen a ella el escritor José María de pereda, que se presentaba "a cortes" por el partido conservador y buscaba el apoyo de todos los caciques de su demarcación. Pero dejando esta circunstancia a un lado, se quedó tan satisfecho del trato recibido y llegó a conocer con tanto detalle la relación entre el dueño de la casa y los vecinos del pueblo de tudanca en que se asentaba, que se inspiró en ella para escribir una de sus principales novelas, a la que tituló Peñas arriba sin duda por lo escarpado del terreno y las dificultades para llegar hasta allí que tuvo que soportar, probablemente a caballo tal como se describe en el primer capítulo de su obra.
 
Si tenemos la oportunidad de visitar la Casa-Museo de José María de cossío, nos conviene leer antes la obra de Pereda, y si así lo hacemos tendremos la oportunidad de experimentar el reconocimiento de cada uno de los rincones y detalles que aparecen en la novela y se han conservado a lo largo de todo este tiempo. El portón de entrada, los espacios dedicados a cuadras reconvertidos ahora en sala de exposiciones de los fondos literarios que guarda, el cocinón situado en la parte alta donde se reunía el señor de la casa con los vecinos del pueblo y con la servidumbre, las ventanas por donde se vislumbra como en aquel tiempo las altas montañas tomadas por los osos y el estruendo del río Nansa que se desploma, o desplomaba, cayendo de peña en peña. en una de las habitaciones, la más resguardada, pueden verse todavía la caja de caudales encastrada en la pared que podemos ver en la novela.
 
si tienes la oportunidad de visitar la Casa de José María de Cossío, en el pueblo cántabro de Tudanca al que Pereda llama tablanca en una modificación mínima del nombre, tendrás la impresión de haber hecho un viaje en el tiempo. sobre todo si has leído antes Peñas arriba, de José María de pereda.
 

viernes, 7 de septiembre de 2012

He descubierto a Paula Izquierdo

Hace una semana tuve dos libros en las manos y no supe por cuál decidirme. Lo que hice fue leer el primero capítulo del uno y después del otro, y así empecé antes el que ocupó el segundo lugar y dejé para un momento que me pareciese más propicio el primero de ellos.
A veces es una intuición lo que decanta nuestro ánimo en un sentido o en otro, pero en aquella ocasión fue el estado de mi predisposición que me aconsejaba internarme en un mundo rico en imágenes y argumentos y posponer la otra opción por considerar la densidad del tema propuesto con una intensidad y una exigencia reflexiva para las que entonces que prefería dejar para más adelante.
    La obra se titula La falta, y después de leer las cien primeras páginas sin moverme de la silla, estoy convencido de estar ante una gran novela, y no tanto por su extensión como por su argumento, la caracterización de sus personajes y la estructura literaria elegida muy inteligentemente.
Psicológica y social, son las dos palabras que pueden definir lo que vamos a encontrarnos en La falta, de Paula Izquerdo, apta para todos aquellos a quienes les guste la buena literatura, aunque exija de nosotros una tención constante y un plantearse por el sentido de la vida en toda la multiplicidad del espectro que esta palabra abarca.
 

jueves, 6 de septiembre de 2012

Juan José Millás

conozco personas a quienes les gusta juan José Millás más que ningún otro escritor, y algunas otras que consideran que es mucho mayor su prestigio popular que su calidad literaria.
Yo no sabría con cuál de los dos grupos formar parte, y probablemente optaría por un tercero, no sé si más numeroso que los otros dos juntos o si, por el contrario, estaría constituido por mí mismo solo, en funciones de presidente y de único militante.
tengo que confesar, es de ley, que el primer libro que leí suyo me dejó deslumbrado pensé que para siempre, pero al leer varios de los siguientes suyos, un día me desperté con la impresión de que siempre estaba leyendo el mismo libro y que los cambios de título y de argumento inmediato, era solo una apariencia vana, parecida a la que adoptamos al disfrazarnos o embutirnos en un disfraz. Los demás nos ven distintos, pero nosotros seguimos siendo los mismo, como los libros de juan José Millás. ¿No te pasa a ti igual?