Dice así:
El autor nos lleva a un mundo desprovisto de seres prácticamente, que hace pensar en una catástrofe mundial producida por el fuego.
El protagonista es un hombre que deambula con su hijo de pocos años por la superficie del Planeta con rumbo incierto en un terreno desolado y gris, en el que no hay vida vegetal y se supone que unos pocos, poquísimos seres humanos han logrado sobrevivir.
El paisaje que describe magistralmente, nos sitúa en unas tierras cubiertas de cenizas profundas, en un otoño que se va volviendo glacial, por lo que los protagonistas intentan, sin medios para orientarse, dirigirse a las playas del sur, donde el clima será más benigno.
La novela es corta y el autor afronta el problema de la supervivencia con escenas cargadas de dramatismo, que conmueve al lector y lo engancha a la trama de la novela, de la que ya no puede separarse hasta el final.
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