Alguno de los asistentes lo ha leído varias veces en un mes y manifiesta
su admiración hacia Saramago como un hombre sabio. En términos generales
muchos consideran que el enfoque desnombrado de los personajes dificulta la
comprensión y su identificación individualizada a lo largo de la novela.
Es una gran parábola sobre la empatía humana, provocándose el caos social
principalmente por la actitud de los responsables al no involucrarse con el
problema y decidir aislarlo como si afectase sólo a los marginados. Es un
libro plagado de episodios intensos que hacen reflexionar y releer párrafos
enteros.
La alegoría de la ceguera es un instrumento para crear el clima
desconcertante de la trama, y el autor lo utiliza para profundizar en el
egoísmo de la sociedad, que no quiere ver más allá de las circunstancias que
forman la vida de cada individuo. Prueba de ello es que Saramago distingue
entre los afectados por la epidemia producida y los ciegos que ya lo eran
antes y han aprendido a aprovechar otras facultades, incluido el
conocimiento del alfabeto braille. La ceguera es un puro simbolismo de la
ceguedad de los hombres.
El autor en realidad nos habla de lo que está pasando ahora mismo en el
mundo: del egoísmo, de la insolidaridad y la falta de justicia social. Sólo
se libran la mujer del médico y el perro de las lágrimas, mientras que el
grupo de ciegos violentos representa la parte más abyecta del ser humano.
El final a juicio de algunos crea cierta inquietud, al terminar con una
frase ambigua que podría tener lecturas divergentes. Nos detenemos unos
minutos comentando el fenómeno de la ceguera blanca de los personajes, que
no corresponde al hecho de la falta de vista sino que probablemente se deba
a alguna intención del autor no escrita. Sabemos que los ciegos de
nacimiento no disponen de nociones visuales contrastables, y los que lo son
más tarde dejan de percibirla conservando la memoria visual.
Reservamos los últimos minutos a tratar rasgos singulares que resaltan a
lo largo de la obra.
Así, la mujer del médico para algunos simboliza la esperanza, mientras que
para otros representa el hilo conductor, una herramienta o recurso literario
sin el que prácticamente resultaría imposible el recorrido de la trama. La
excepcionalidad de una sola persona vidente trata de resaltar la
responsabilidad de los mejor dotados respecto a los más desfavorecidos de la
sociedad, en este caso los ciegos. Pero, ¿por qué precisamente la mujer del
oftalmólogo? Para algunos cierta lógica nos llevaría a pensar que le
correspondería a la mujer del primer ciego ser quien se librase del
contagio. El niño con estrabismo desempeña el papel del miembro de la
sociedad que necesita protección de los demás y despierta el amor maternal y
la ternura.
Ensayo sobre la ceguera es una declaración en favor de los derechos
humanos y la solidaridad social. Sólo si no nos conformamos con nuestras
limitaciones, si sabemos organizarnos y defender nuestra dignidad,
conseguiremos salvarnos como seres humanos encumbrándonos por encima de las
mezquindades humanas y alcanzando nuevos estadios de libertad.
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