En el mes de mayo estamos leyendo dos libros de escritores cántabros, uno
que podemos llamar clásico, como lo es José María de Pereda, y otro
perteneciente a los autores actuales que están escribiendo hoy en Cantabria,
Jesús Rodríguez Leal, que va por su tercera novela y mantiene en plenitud de
facultades su inagotable capacidad creadora.
De Pereda hemos escogido Peñas arriba, tal vez una de sus obras de mayor
popularidad, que representa el arquetipo de un tipo de personaje
tradicional, el de la hidalguía enraizada en el pueblo y protectora de sus
habitantes. Plantea el problema de la sucesión de la autoridad de la nobleza
en caso de la ausencia de descendencia directa.
Respecto a Jesús Rodriguez Leal leímos en su momento su primera
obra, El viaje de Kanto, y nos satisface comprobar que sus siguientes
títulos forman parte de un mismo proyecto de trabajo en lo que constituye
una trilogía bien planificada y nos permite imaginar que sus próximas
publicaciones tengan el mismo nexo de unión con las que conocemos.
Tras El arco del druida, su segunda entrega, leemos este mes La
moneda de Favila, dux cantabri, en la que una pareja de jóvenes estudiantes
de Historia nos va mostrando el doble crisol histórico y cultural de los
pobladores de Cantabria.
Tenemos, pues, entre las manos una novela de estilo histórico y de
viajes en el que el autor nos va mostrando la ciudad romana de Julióbriga,
próxima a la actual Reinosa al mismo tiempo que se desarrollan en un segundo
plano las luchas de los visigodos en sus embates por la conquista de los
últimos bastiones de la península.
Peñas arriba y La moneda de Favila, Dux cántabri, son dos
sugerencias de lectura que proponemos en este mes de mayo, que pueden ser
tenidas en cuenta indistintamente, o incluso leer las dos en el caso de
disfrutar del tiempo suficiente para hacerlo. Nos alegraremos de ello.
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